No hay que olvidar que los muyahidines constituían un ‘movimiento anti-imperialista’ que atrajo a combatientes yihadistas de todas partes del mundo, incluido Osama bin Laden. Sólo que en este caso se trataba de un imperio comunista, encarnado en la URSS. La realpolitik mandaba entonces como manda hoy. Y aunque años después los estadounidenses encontrarían la horma de su zapato con el fanatismo islamista, en lo que estaba convirtiendo en un auténtico ‘Vietnam soviético’ valía la pena el esfuerzo.
Pablo Gea – La Iniciativa
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